Voy a hablar un poco de Adobo...

Ahora que he retomado un poco más el blog, quería explayarme un ratín con un proyecto que me tiene loquito perdío. pero en el buen sentido.

Adobo para los que aun no lo sepáis, es un fanzine de cómics, o sea, una revista de cómics pero realizada fuera del círculo profesional. En este tipo de publicaciones suelen ser amigos los que se reúnen para hacer algo en común, en este caso, historietas. Yo desde que en el 2000 dejé de hacer con Pablo Muñoz el fanzine "En el corral de la Pacheka", tenía muchísimas ganas de meterme en un proyecto un poco como editor, pero también como parte integrante del mismo.

Afortunadamente encontré a El otro Samu, (qué bonito, parece de historia de amor de esas que te dejan huella) y con él todo ha sido bastante fácil. Ponernos de acuerdo en lo que queríamos que fuera Adobo fue árduo pero sencillo. Además contabamos ya con un plantel increible de autores, que provenían de Ojodepez que desde el primer momento se mostraron entusiasmados con la idea. De hecho, fueron estos mismos autores los que desde un primer momento estuvieron metidos en el proyecto y con una ilusión terrible. Lo que nos diferenciaba de otros fanzines es que, además, nosotros teníamos gracia (...) Sí, me encanta hacer amigos.

Dos maromos bien tochos

La calidad infinita de Néstor Férnandez, el trazo juvenil y desanfadado de Pablo Muñoz, la frescura de Nathan, las putas locuras increibles de Molg H , la rabiosa furia incontenible de Nacho García, la mala leche innata de El otro Samu, la ácida pluma del incontestable Claudio Buenafuente, la capacidad para dibujar cómics ebrio de Kwyjibo y el maravilloso y versátil Joaquín Aldeguer (una de mis debilidades personales) . Estas cualidades NO las tienen ninguno de los autores de Adobo, pero queda de puta madre decirlas para que la gente se deje los jurdeles y eso. En próximos post me gustaría analizarles un poco a cada uno, porque me aburro, sin más.

Desde el principio teniamos claro que no era difícil hacer un fanzine de calidad, de hecho preferimos tirar desde primer momento de calidad de imprenta antes que hacer algo más cutre. Hicimos una inversión fuerte, pero nos daba igual, porque para algo que nos gusta, no íbamos a andar con medias tintas. Salió Adobo número 0, a modo de piloto, para probar que tal funcionaba en todos los ámbitos. y la verdad es que las sensaciones fueron inmejorables. Los colaboradores hicieron cosas maravillosas y la verdad es que, excepto por un par de cosas, la impresión fue deliciosa. Sobre todo la respuesta del público fue excelente, a pesar de ser un producto nada amable y poco recomendado para mentes sensibles.

Adobo te hace triunfar, incluso con las chicas más difíciles

Sobre todo buscamos una cosa, que aunque seamos bestias o nos pasemos, siempre tenga un trasfondo de humor, siempre intenta buscar la risa. No ser bestias por ser bestias o intentar transgredir, que es lo que no nos gustaba de otras publicaciones. Creo que de momento lo conseguimos.

Con el número 1 de Adobo que acaba de salir (espero que me pidais ejemplares, malditos), además de ampliar páginas a 44 y conseguir tener un huequecito entre el mundillo fanzinero tras el salón de Barcelona, hemos llegado a un nivel brutal en los comics que a mi me ha hecho ser tan pesado para que adquirais el fanzine. A veces pensaba que solo era yo, pero he visto alguna que otra reseña y opinión que me ha hecho sentirme tranquilo de que lo mío no es "amor de padre", como las alabanzas que nos hace el bueno de Alvaro Pons en su Carcel de Papel .

"illo, ezo no e mu behtia?"

Espero que el proyecto continúe y que tengamos el apoyo de la gente, que en realidad es lo importante. Aunque yo me sienta igual de encantado con el resultado si vendemos poco como si vendemos mucho.

ASÍ QUE YA SABEIS AMIGOS. COMPRAD COMPRAD.